Todo empieza un día cualquiera....

julio 24, 2015

La Casa

Bueno, ya había llegado al pueblo, ahora todo dependía de lo que podía hallar.  No tenía idea de lo que me iba a encontrar, pero a primera vista no está mal. Unas casitas por aquí y por allá.  Y la entrada a un nuevo lugar, dónde espero recomenzar.  Obvio que gracias a este servicio único, que algunos defenestran, jeje! estuve recorriendo la web  para saber de a dónde me dirigía. 

Sólo encontré dos inmobiliarias que ofrecían maravillas, y un dueño.  Voy a decirles que en un principio me asusté, pero luego me calmé y seguí mirando.  Las, entre comillas “maravillas” a mi entender no lo eran.  El valor del alquiler que pedían era exorbitante y las fotos no me atrajeron en lo absoluto. Y como me conozco, rápidamente salté al “dueño alquila”.

 Cuando abro la página de esta persona, me encuentro con  cuatro fotografías. Les digo que con la primera solamente ya me había comprado. Igual, me puse a leer con detenimiento. El aviso decía, “DUEÑO ALQUILA”  y entre paréntesis decía:  La Colorada decide… Lancé una carcajada y seguí leyendo. De qué se trata todo esto?

Aún tenía mucho  tiempo por delante, había llegado muy temprano y decidí no perder más  tiempo. Desde el centro del pueblo salí nuevamente por la calle Saint Martinica y volví a la salida del mismo, allí según me dijeron debía  doblar  hacia la izquierda y  seguir unos 10 kilómetros hasta encontrar una salida hacia la izquierda nuevamente con dirección al Mar. 

Bueno, esto se estaba poniendo interesante y divertido. Debía seguir por el camino de tierra, hasta ver un cartel que dice: “A la colorada”. Y dale con la el nombrecito, realmente, ya estaba intrigada. Tan importante era, La Colorada? Pues veremos.


La callecita de tierra arenosa parecía desvanecerse  de pronto, pero no, ahí volvía a  aparecer. Cada vez se hacía más angosta, hasta que sólo quedó una vereda. Pues, tuve que frenar, y con cuidado estacioné fuera de la calzada Me bajé del escarabajo verde...(Sí cual hay? es verde...) y empecé a caminar con mucho trabajo, pues la vereda ya se había transformado en un médano.

Y empecé a subir, casi trepando. No sabía qué o cómo era La
( famosa ) Colorada. Pero mi cara sí,  estaba empezando a ponerse roja.

2 comentarios:

  1. Pues sí, ¡vaya invento el blog! yo lo utilizo para descargar todas mis emociones. Al principio lo hacía en blogs privados, pero ahora me hes orprendido a mi misma contando mis pensamientos más íntimos en uno público jeje. Por cierto, me gusta la filosofía del tuyo, ¡muy interesante!

    Besos

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Hola Suzanne, cómo estás! Espero que el tiempo transcurrido haya sido muy bueno para tí. A mí me ha llevado de aquí para allá. Y he dejado dormir este sueño. Hace unos días, decidí darle un vistazo y vi tu comentario. Gracias por haberlo dejado. Y no dejes de escribir tus momentos. Te aseguro que cuando uno se saca lo que tiene, mejora y mucho. Cariños! Y buena suerte! Julia

      Eliminar

Gracias por dejar sus comentarios...!

Alguien dijo una vez....

Todos, alguna vez, tuvimos ganas de descargar por escrito esas ideas o sensaciones que no podemos(o queremos) revelarlas a los demás. En un papel destinado al tacho o en un diario personal, esas palabras se convierten en una confesiòn silenciosa....


"Descargar"... exacta definición de lo que se siente, necesita, y se quiere hacer. Dar a conocer a los otros nuestros sentimientos crudos, nuestras ganas, porque ... cuando nadie nos escucha,nos cree, nos aceptan como somos , o peor aún cuando no saben que existimos. Surge un blog. Un instrumento que en los 80´, nadie, podría siquiera imaginar sería tan, tan útil a estos propósitos....


Start Bravenet

Free Vote Caster from Bravenet.com Free Vote Caster from Bravenet.com

LAS CLAVES DE LA FELICIDAD de Robert Holden

  • Recetas infalibles para obtener un bienestar inmediato

LOS HOMBRES SON DE MARTE, Las mujeres son de Venus de John Gray, Ph.D.

  • Una guia práctica para mejorar la comunicación y obtener lo que usted desea en su pareja

POR QUE LAS MUJERES NO SABEN DECIR NO de Claudia Bebko y Jo-Ann Krestan

  • Titulo Original: Too Good For Her Own Good